
Existen deportes aéreos de aventura que nos permiten volar, planear e incluso caer en picada, como el ala delta, el parapente e incluso el paracaidismo, pero no hay duda: el Vuelo en Traje de Alas es la experiencia definitiva para quienes buscan sentir que están volando por sí mismos.
Datos sobre los trajes de alas
El traje de alas, también conocido como birdman, es un innovador mono que, al aumentar la superficie corporal, permite a los amantes de la adrenalina planear a una velocidad menor que en caída libre. Está diseñado con tela entre brazos y piernas que, como las alas de un avión, genera sustentación para un descenso horizontal (no en picada). Al desplegar sus membranas, crea un perfil aerodinámico y da al usuario la apariencia de una ardilla voladora.
Los pilotos de traje de alas también usan paracaídas para aterrizar, similar a los BASE jumpers o paracaidistas. Al acercarse al suelo, abren el paracaídas y luego retraen las membranas entre el cuerpo y las extremidades. Los saltos con traje de alas
exigen dos métodos principales: desde un avión o desde estructuras fijas como edificios (como en BASE jumping) o acantilados. La técnica varía: al saltar de un avión, el practicante debe extenderse en el momento preciso para evitar golpear la aeronave, mientras que en saltos BASE (acantilados/edificios), el "birdman" lo hace después para alcanzar la velocidad necesaria y planear con el efecto de sustentación.

Saltos con traje de alas
El traje reduce la velocidad de caída en una relación aproximada de 1:2.5 (por cada metro de altura perdido, se avanzan 2.5 metros horizontales). Lo más emocionante de este deporte extremo es que la velocidad se controla cambiando posturas: ajustando ángulos, flexionando/extendiendo extremidades o variando la tensión en las membranas. El riesgo principal es entrar en una posición inestable que provoque un giro difícil de corregir.

Cómo iniciarse
Quienes deseen practicarlo deben buscar una empresa con instructores certificados, ya que muchos países tienen regulaciones estrictas y el entrenamiento es más extenso y complejo que en paracaidismo. No hay un organismo regulador internacional, pero en Estados Unidos, por ejemplo, se exigen mínimo 200 saltos en caída libre para principiantes. Los principales proveedores de capacitación suelen ser los fabricantes de los trajes, equipo que —junto con el paracaídas obligatorio— representa una inversión considerable.

Este deporte se practica globalmente, pero algunos de los saltos más espectaculares (y bellos) son desde acantilados, especialmente en Noruega, donde se graban muchos videos. Para quienes cuenten con el presupuesto, tiempo y sed de adrenalina, este es el deporte extremo por excelencia que acerca al ser humano a desafiar las leyes de la naturaleza.