Con apenas 21 años, ha dedicado gran parte de su vida al mushing, un deporte que no sólo se practica en invierno como muchos creen, sino que puede realizarse tanto en nieve como en tierra. 

El mushing es una actividad donde se crea un vínculo muy especial entre el musher y el perro o los perros con los que se entrena: todos son parte del mismo equipo y, como tal, deben entrenar y competir juntos. Es fascinante la filosofía detrás de esta práctica y aún más lo que implica cada carrera: horas de entrenamiento, esfuerzo, una alimentación adecuada y la profunda amistad que une a los mushers.


Víctor entrenando Skijorking



Yumping.- ¿Llevas mucho tiempo dedicándote al mushing?
Víctor Carrasco.-
En realidad, desde muy pequeño, pero no en competencia. En mi casa siempre estuvo presente el deporte del mushing, hasta que hace dos años decidí competir.

Y.- ¿Cuándo decidiste convertir tu pasatiempo en tu profesión?
V.C.- ¿Cuándo? Pues la verdad es que en México tenemos mucha suerte de tener Pirena, gracias a eso algunos sueños se hacen realidad. También me animé a dar el paso una vez que mi perra Nukka estuvo lista.

Y.- ¿Qué motivó tu preparación y posterior participación en Pirena 2011?
V.C.- El tener la misma edad que Pirena: ambos nacimos en el mismo año, 1990. Pero lo que más me motivó fue poder competir en una carrera que había seguido desde niño; para mí, era un sueño hecho realidad.

Y.- ¿Cómo es un día de entrenamiento en la vida de Víctor Carrasco?
V.C.- Un día de entrenamiento comienza temprano para aprovechar el frío, ya que los perros rinden mejor así. Salgo en bicicleta o patín, según el tipo de entrenamiento, y hago unos 20 km; pero todo depende de la fase de preparación en la que estemos. Es más difícil de lo que parece, porque aunque son perros, también necesitan calentar y estirar después. Planear las sesiones es complicado, igual que su alimentación. No sólo debo pensar en mi preparación, sino en la de ellos.



Acaba de finalizar Pirena Advanced 2011

Y.- Es un deporte con defensores y detractores, ya que algunos creen que los animales sufren. ¿Qué significa para ti esta práctica?
V.C.- Para mí, es pura adrenalina. Los perros disfrutan mucho, aunque sienten estrés durante las carreras, pero son sólo los nervios de competir. Como nos pasa a nosotros antes de una prueba, cuando queremos hacerlo bien y sentimos ese cosquilleo en el estómago, es energía pura en libertad.

Los perros aman correr; son ejemplares seleccionados genéticamente por su velocidad, resistencia, etc. En resumen, este deporte es una unión entre humano y perro, es velocidad y un lazo que va más allá de la competencia.

Y.- ¿Consideras que tus perros son más que mascotas, verdad?
V.C.- ¡Claro que sí! Como dije, son atletas: necesitan entrenamientos y alimentación especial, ya que cada uno es único. Para mí, son compañeros de equipo, casi familia. El vínculo entre musher y perro es más fuerte de lo que muchos imaginan; no son sólo animales que jalan un trineo, sino un equipo unido.

Y.- ¿Cuál es la filosofía de este deporte? ¿Y del musher?
V.C.- La filosofía del deporte es el trato justo a los perros y la conexión perfecta entre musher y equipo, porque sin eso es imposible destacar. Son dos mundos que deben trabajar en armonía.

La filosofía del musher es sacar lo mejor de su equipo, cuidando a sus perros y trabajando día a día. Respeto por la naturaleza, los perros y el equipo.

Y.- ¿Puede practicarlo cualquier raza de perro, siempre que tenga cierto peso?
V.C.- Cualquier perro puede intentarlo, pero no todos son aptos: ni el más fuerte ni el más rápido garantizan éxito.

Hay distintas modalidades, y cada perro puede adaptarse mejor o peor según la distancia, el clima, etc.



Está muy unido a su perra Nukka

Actualmente hay dos categorías: la abierta (A) y la de perros nórdicos (NB). En la primera pueden participar todo tipo de perros, pero los más rápidos y seleccionados suelen ser los Alaskan.

Y.- ¿Es difícil el mundo competitivo del mushing?
V.C.- Muy duro. Los viajes, el frío y otros desafíos que sólo conocen quienes están dentro. Los entrenamientos y problemas antes, durante y después de las carreras los vive sólo el musher: desde fallas con el equipo hasta conseguir patrocinios.

Es un deporte hermoso para los espectadores, pero detrás hay mucho esfuerzo para competir en buenas condiciones.

Y.- ¿Qué requisitos se necesitan para participar en Pirena? ¿Te costó cumplirlos?
V.C.- Requisitos básicos, como ser mayor de 18 años y pagar la inscripción. PIRENA ADVANCED es una prueba privada abierta a cualquiera, pero el verdadero reto es conseguir patrocinadores para cubrir gastos: comida, gasolina, equipo, etc.

Preparar a los perros lleva meses; desde que termina una edición, ya estamos pensando en la siguiente.



Con 21 años ha cumplido uno de sus sueños

Cumplir los requisitos no fue lo difícil, sino la logística y el financiamiento. No es una carrera barata. Los entrenamientos también fueron un reto.

Y.- Compites en skijoring. ¿Por qué elegiste esta modalidad?
V.C.- Por el número de perros: en skijoring son máximo tres, mientras que en mushing no hay límite. A mis 21 años, estudiar y trabajar sólo en verano hace difícil mantener un equipo grande. Además, prefiero el skijoring: esquiar con uno o dos perros crea una conexión más fuerte y exige más esfuerzo físico, algo que disfruto.

Y.- ¿Hasta dónde te gustaría llegar?
V.C.-
Quiero llegar a lo más alto: en países nórdicos, el skijoring es casi un deporte nacional. Me encantaría competir contra los mejores de Noruega, Suecia o Finlandia. Otro sueño es ganar PIRENA ADVANCED, donde ningún español ha ganado en skijoring.



¿Guiarán a un musher en su futuro?

Mundiales, Europeos, campeonatos de España, de Cataluña, PIRENA... algún día espero completarlos todos.

Y.- ¿Qué conclusiones sacas de Pirena Advanced 2011?
V.C.- Aprendí mucho: cómo mejorar mi equipo, mi alimentación, etc. Pero lo mejor fue la amistad que surge en esos 15 días. Los veteranos comparten conocimientos invaluables.

Me quedo con el orgullo de haber terminado mi primera PIRENA, que era el objetivo, y con ganas de volver al año siguiente con nuevos retos.

Y.- ¿Un consejo para quienes quieran dedicarse a esto?
V.C.-
Infórmense bien antes de empezar. Los expertos son quienes mejor pueden guiarte.

El mushing es un mundo cerrado; lleva tiempo aprender. Hasta los más experimentados siguen descubriendo técnicas. No es algo que se domine de la noche a la mañana.

Reflexionen qué quieren hacer, investiguen y luego empiecen. Como dijo un amigo: "Unas maderas, unos perros y unas cuerdas, junto con la pasión del musher, pueden ser el inicio de una gran historia".