Aunque el invierno aún no ha terminado, las puertas de la primavera están a la vuelta de la esquina. Por eso, debemos empezar a pensar en qué deporte de aventura practicar en la temporada cálida.

Adrenalina con el rafting



Por suerte o por desgracia (depende del punto de vista), el período más frío del año nos ha dejado mucha nieve, por lo que los deportes acuáticos están entre los favoritos. El próximo deshielo hará que disciplinas como el rafting sean aún más emocionantes, permitiéndote divertirte como nunca antes y experimentar fuertes descargas de adrenalina.

Una de las recomendaciones que te hacemos desde Yumping.it es que pruebes también la sensación de descender el río en una balsa con capacidad para 4-10 personas. El material que necesitas es muy sencillo y, sobre todo, práctico, ya que evitará que te mojes más de lo necesario o que pases frío (traje de neopreno), que te lastimes con algún golpe o caída (casco), o corras riesgos en caso de caer de la embarcación (chaleco salvavidas), etc.

Es un deporte seguro, por lo que tu única preocupación será divertirte. Lo mejor es practicarlo con amigos o personas cercanas, porque así será aún más placentero. Las emociones marcarán cada kilómetro, así que relájate y disfruta al máximo de la experiencia, dejándote llevar.

No tener experiencia no es un impedimento: solo necesitas saber nadar, y será el guía quien te explique las técnicas de remo o qué hacer según el nivel de dificultad. Este último dependerá de las características del recorrido, ya que la fuerza con la que baja el agua del río es el elemento predominante.

¿Qué hacer antes de practicar rafting?

Lo primero, como decíamos, es saber nadar, para asegurarte de que, en caso de caída, no te hundas, aunque el chaleco salvavidas te ayudará a mantenerte a flote.

El segundo paso es buscar empresas de rafting que te ayuden a aprender lo indispensable (si es tu primera vez) o a mejorar tu técnica (si ya tienes algo de experiencia). Se te proporcionará el equipo necesario, aunque seguramente te recomendarán llevar traje de baño, toalla, protector solar... en fin, lo esencial para pasar un día en el río.

Tu condición física no es determinante, basta con que te sientas en forma para usar los remos y mover todo tu cuerpo durante el trayecto. Probablemente al día siguiente tendrás algunas agujetas... ¡pero valdrá la pena!

El último paso es... ¡descender el río! Déjate llevar por la adrenalina, los sonidos del río, la sensación de las gotas de agua en tu rostro y la magia del paisaje natural que te rodea en todo su esplendor.

 descendiendo el río



Listo, ahora tu aventura es perfecta. No necesitas nada más que las ganas de salir de la rutina practicando turismo activo.