Para ser experto en cualquier disciplina debes dominar (casi) a la perfección todos los elementos que la integran y que son fundamentales para su correcta ejecución. En el tiro con arco ocurre exactamente lo mismo: si quieres convertirte en un arquero de verdad, deberás conocer sus componentes.
Para practicar tiro con arco, lo primero que necesitas saber es que requieres un arco y un juego de flechas, las cuales lanzarás a un blanco con el objetivo de dar en el centro. Esto requiere técnica y mucha práctica, de ahí que sea un deporte tan disciplinado.
Una flecha se compone de las siguientes partes:
- Punta: la parte metálica que se clava en el blanco.
- Insertador: la pieza de aluminio que adapta la punta al tubo de la flecha (en ocasiones puede omitirse).
- Tubo: cuerpo de la flecha que puede ser de madera, carbono, aluminio o aluminio-carbono.
- Plumas: estabilizan la flecha y pueden ser de material natural o plástico. Suelen ser tres y una de ellas es de color distinto a las demás.
- Culote: la pieza donde termina la flecha, justo detrás de las plumas.
- Pala superior y pala inferior: son las responsables de soportar toda la energía que segundos después se convertirá en velocidad para disparar la flecha.
- Poleas: piezas que tensan la cuerda del arco. No todos los arcos las incluyen.
- Cuerda: elemento con el que tensarás la flecha para que alcance la velocidad deseada.
- Cuerpo: área donde se engancha la punta de la flecha.
Sin embargo, si quieres perfeccionar tu técnica y puntería en el tiro con arco, lo más recomendable es que practiques una y otra vez hasta alcanzar el nivel que te permita competir incluso con los mejores. Aquí encontrarás los mejores campos de tiro con arco con los que contamos en nuestro país para lograrlo.
