El kitesurf es un deporte acuático muy practicado gracias al gran auge que ha experimentado en los últimos 10 años. Aunque desde principios del siglo XIX existían velas para embarcaciones y medios de locomoción, durante ese siglo se perfeccionaron las técnicas y se introdujeron mejoras que lanzaron definitivamente las velas al mercado.

Los hermanos Dominique y Bruno Legaignoux fueron los primeros en navegar con esquíes y vela en 1987, obteniendo la patente de dicho invento. Cuando Robby Naish lo conoció, se convirtió en el primer windsurfista en comenzar a practicar kitesurf, difundiéndolo y aliándose con los hermanos Legaignoux para empezar a fabricar velas para kite.
Con el paso de los años, las técnicas mejoraron y hoy podemos encontrar equipo de gran calidad. ¿Aún no sabes cuáles son?
- Tabla: existen diferentes modelos que varían según el tipo de navegación que se desee practicar, el nivel del kiter, las condiciones meteorológicas, etc. Las más conocidas son las tablas bidireccionales (con las que no es necesario cambiar la posición de los pies para navegar en ambos sentidos) y las direccionales (con las que hay que girar todo el cuerpo para cambiar de dirección).
- Vela: puede ser inflable o soft-kites. La diferencia es que la primera es más utilizada porque permite flotar en caso de caída al agua, mientras que la segunda tiene como desventaja la inestabilidad.
- Trapecio: gracias a él se controla la vela y garantiza mayor seguridad.
- Traje de neopreno: protege de posibles hipotermias por estar en contacto con agua fría durante periodos prolongados.
- Casco: muchos kitesurfistas lo usan para protegerse de posibles daños en caso de caída.
- Chaleco salvavidas: es recomendable su uso, ya que permite flotar en caso de caída al agua.
Si deseas acercarte a este deporte, lo mejor es probar primero si te gusta, asistiendo a un buen curso de kitesurf con instructores calificados.

Si después de probarlo quieres continuar tu aventura con el kite, entonces podrás comprar todo el material que necesites (dependiendo de la frecuencia con la que practiques este deporte y de la conveniencia de invertir en equipo) o rentarlo cada vez en escuelas y empresas especializadas.