¿Nunca te ha pasado que quieres hacer algo pero, por una razón u otra, al final nunca lo logras? ¿Estás hundido en el sofá de casa soñando despierto con vivir nuevas sensaciones? ¿Tuviste la oportunidad de realizar una actividad de aventura pero te faltó el valor? Todas estas preguntas tienen una posible respuesta: el buceo. Es un deporte acuático que te regalará experiencias maravillosas y te dejará sin palabras.

Conocer un mundo nuevo, inimaginable, lleno de colores vivos es una aventura que no puedes perderte. Por eso, si deseas ir más allá de un simple bautizo submarino, necesitarás un certificado médico especial.
Este documento garantiza que estás en perfectas condiciones de salud para sumergirte en las profundidades con total libertad. Agenda una cita con tu médico o con un especialista en medicina hiperbárica y hazte un chequeo. El certificado consta de dos partes:
- Historial médico - Deberás llenar un cuestionario con tus datos personales (estatura, peso, color de ojos y cabello...) y marcar los casos médicos que correspondan a tu condición física real: dolores de cabeza frecuentes, uso de lentes o lentillas, asma, resfriados fuertes o recurrentes, vértigo, alergias, presión alta, tabaquismo, problemas cardíacos, embarazo... Si identificas uno o más de estos casos, debes señalarlos y explicar el porqué.
- Examen médico - Esta segunda parte la completa el médico, quien verificará que todo esté en orden, porque lo más importante para practicar actividades subacuáticas es gozar de buena salud física y mental. El buceo implica exponerse a condiciones a las que no estamos acostumbrados, como cambios de presión en el aire que respiramos, presión ambiental, fatiga... por lo que es crucial asegurarse de estar preparado para soportar estos efectos.

Si padeces alguno de los trastornos mencionados, será muy difícil que puedas practicar buceo, ya que los riesgos de esta actividad son altos. Sin embargo, en general, la mayoría de las personas que deciden bucear logran cumplir su sueño y superar el examen médico sin problemas.

¡Una vez que tengas tu certificado médico, solo falta buscar el centro de buceo más cercano, inscribirte a un curso y comenzar tu aventura!