El Camino de Santiago es la oportunidad perfecta para hacer deporte al aire libre y conocer parte de la historia de nuestro país, ya que es una actividad que se realiza desde el siglo IX. En aquel entonces se descubrió la tumba de Santiago el Mayor, evangelizador de España.
Las rutas hacia Santiago son diversas, pero todas terminan en el mismo punto: La Catedral de Santiago de Compostela. Elijas la ruta que elijas, lo cierto es que encontrarás un mundo por descubrir y, como no podía ser de otra manera, conocerás gente de todo tipo, con diferentes estilos de vida, con quienes disfrutarás cada paso del recorrido.

Es una práctica tan completa que incluso puedes hacerla en BTT, así que si eres un apasionado de las dos ruedas, deja de preguntarte si puedes llevar tu bici, porque la respuesta es sí. Pero eso sí, es muy importante seguir algunas recomendaciones, ya que está claro que no se puede hacer el camino a la ligera.
Es muy recomendable planificar bien el viaje antes de empezar, para tener clara la ruta que tomarás. Además, debes contar con buen equipo y considerar que no puedes llevar equipaje innecesario, es decir, lleva solo lo que realmente vayas a necesitar, porque cualquier cosa que no sea esencial puede convertirse en un estorbo una vez que empieces el recorrido.
Para ir y regresar con la bici, encontrarás muchos lugares donde transportarla. Una opción es enviártela por paquetería al punto de partida y, al terminar el viaje, mandarla de vuelta a tu casa mientras regresas en tren u otro medio de transporte. La oficina del peregrino y los albergues te darán información sobre empresas que se dedican al transporte de bicicletas por todo el país.

Una vez ahí, no puedes dejar de seguir las flechas amarillas que encontrarás a lo largo del camino, especialmente si eliges la ruta francesa, que está muy bien señalizada. Y lo más importante es que no debes tomártelo como una carrera hacia la catedral, sino adaptarte a lo que surja cada día. No se pueden prever las condiciones climáticas, la disponibilidad de albergues, qué tan saturado esté el camino, etc.
Otro consejo que podemos darte está relacionado con el final de la etapa, ya que normalmente las guías para peregrinos terminan en los mismos lugares. Las etapas suelen ser de entre 25 y 30 kilómetros, por lo que mucha gente irá a los mismos albergues y podrías no encontrar lugar para pasar la noche.

Es muy importante mantenerse hidratado durante todo el día, ya que el recorrido es de muchos kilómetros. En verano es esencial llevar protección solar: crema, lentes de sol, etc. En invierno es más complicado, porque las lluvias hacen más difícil avanzar en el camino.
Si vas a hacer el Camino de Santiago en mountain bike, no lo pienses más y déjate llevar por una experiencia que nunca olvidarás. Ya se sabe lo que dicen: "hay un antes y un después del camino". ¿Por qué no compruebas si es cierto?