El personal que nos tocó fue un desastre, primero no sabía que teníamos reservado la ruta para ese día, luego no nos cogía el teléfono, después nos citó para otro día en el que llego tarde y al llamarlo nos citó para otra hora. Comiendo a las 4 de la tarde una comida que no era la contratada, en vez de botella de champagne fue vino tinto rellenado, los ibéricos estaban deliciosos pero el segundo que supuestamente iba a ser pescaito frito paso a ser chuletas con patatas (que están de vicio pero no era lo hablado). Luego quiso dejarnos antes de la hora y para rematar tiró la colillas que habían en un cenicero al río. El monitor se llama Mario. OS ACONSEJO LA EXPERIENCIA pero si podéis evitar que os toque este chico, mejor.

Buen trato y comodidad, un servicio rápido. En el cual no tuve ningún problema para cambiar de actividad y me devolvieron la diferencia.