Os tendemos la alfombra roja de los invitados de honor porque estamos de enhorabuena. En el corazón de la Costa Blanca, en el maravilloso pueblo de San Miguel de las Salinas, hemos puesto a vuestra disposición una actividad que hará las delicias de los amantes de las aventuras con una dosis gigante de adrenalina. ¿Lo adivinas?

Sí, habéis adivinado en cuanto tuvisteis el chance de escuchar el rugido de los motores. Os hemos preparado una ruta en un buggy con capacidad para dos ocupantes, una excursión que sale desde nuestras oficinas en San Miguel de las Salinas y sigue el rumbo hasta Torremendo, una pequeña pedanía de la localidad de Orihuela que se encuentra muy cerca del Embalse de la Pedrera.

A lo largo de las dos horas y media de duración profundizaremos por caminos rurales que nos brindan la posibilidad de poner a toda potencia los motores de nuestros vehículos. Por otra parte, la mayor parte del tiempo, el recorrido transcurre en senderos externos a la vía principal, lo que asegura la diversión. 

En el lago gozaréis de un paisaje increíble durante el atardecer, idóneo para tomar decenas de fotografías. ¡Nosotros también os haremos! Y os deleitaremos con un flamante pícnic de lo más cantoso para que podáis sorprender a alguien o simplemente disfrutar de la armonía que repleta la zona. 

El buggy puede ser pilotado por cualquiera a partir de los 18 años mientras que pueda certificar, además, que dispone de un carnet de manejar tipo B, válido para tomar utilitarios y otros vehículos de motor.

Si vuestra pareja, familiar o cuate también cumple estos preceptos, os podéis alternar las veces que queráis a los mandos del buggy. El resto de acompañantes pueden sentarse como copilotos con un límite de edad de 7 años en adelante.

No os tendréis que preocupar por nada más, nuestros guías profesionales, con millares de recorridos en buggy a sus espaldas, son los responsables de monitorizar la actividad de principio a fin para que no ocurra ningún imprevisto. Estáis en buenas manos.

Además, tampoco tendréis que traer nada más allá de ropa cómoda y deportiva, del material necesario para garantizar vuestra seguridad, es decir, de las lentes protectoras para los ojos y la máscara para librarse del polvo que desprende la fricción de las ruedas, nos ocupamos nosotros como es de recibo.

Una manera totalmente original de ver el litoral alicantino, un excelente regalo ahora que se acerca el aniversario de vuestros seres queridos o queréis sorprenderlos con algo inusual. Ni lo penséis.