Flyfish en Port Fòrum, Barcelona de 15 minutos

Reservé la hora de la actividad por whatsapp y allí estábamos a la hora que ellos mismos nos recomendaron. No sirve de nada ir con hora reservada porque luego la realidad es que te atenderán cuando tengan la embarcación libre.

Se percibe descontrol desde el primer momento: Primero, en la recepción, aunque eran muy amables y majos, no encontraban nuestra reserva; y luego ya en el muelle esperando para la actividad, pudimos escuchar varias discusiones entre el personal, confusiones con llaves de motos acuáticas y da la sensación de desorganización y de hacerse todo a salto de mata.

Cuando por fin llega la embarcación que nos va a llevar a hacer la actividad, nos dan los chalecos. A casi todos les faltaba una de las hebillas de cierre. La chica le restó importancia pero no puso pegas tampoco cuando le pedí que me buscara uno en buen estado.

Ya al ir a montar a la lancha, el conductor nos recomendó cambiar de actividad. Habíamos reservado Flyfish pero él nos dijo que el mar estaba muy revuelto y que era mejor hacer el Crazy Sofa. Era verdad que el estado del mar no era el mejor, pero estoy convencida de que lo que él quería era acabar pronto (si hubiéramos hecho el Flyfish, habría empleado un tiempo en ir a cambiar el crazy sofa que ya traía en la lancha por el flyfish al muelle de al lado; y lo cierto es que quería acabar la jornada de trabajo porque eran las 7 de la tarde y aún no había comido, lo cual también dice bastante de la empresa).

La experiencia en sí del Crazy Sofa, para mí demasiado loca pero eso ya es cuestión de gustos personales. Aunque no me caí al agua, hubo momentos que no fueron divertidos para nada. El conductor lo veía y reducía la marcha de vez en cuando para darnos una tregua. Fue muy majo con nosotros pero no repetiría, ni la experiencia en sí ni con la empresa que la hace.