
Por desgracia para los más aventureros, tener una lesión o padecimiento puede afectar de forma negativa o incluso peligrosa la práctica de ciertas actividades, es un verdadero fastidio. Si este es tu caso, antes de probar experiencias nuevas conviene informarte sobre los riesgos que puede implicar. De hecho, hay restricciones para ciertas condiciones al momento de realizar, por ejemplo, un salto de puenting.
Practicar puenting no es peligroso incluso con alguna afectación en la zona lumbar o cervical, pero cada compañía es diferente y cada una establece sus propias reglas según las características del puente donde se realizará el salto, siempre priorizando la seguridad total de quien va a saltar.
Al brincar en puenting no sientes jalón alguno ya que las cuerdas ya están tensas, por eso no se realiza exactamente una caída libre, sino que inmediatamente después de saltar del puente comienza un movimiento pendular. Aún así, no hay que ignorar varios aspectos para evitar cualquier daño adicional si ya tienes una lesión o dolor de espalda.
- El puente, en su parte inferior, no debe tener un saliente muy pronunciado hacia abajo. Si lo tuviera, y el anclaje y el punto de salto estuvieran ubicados por encima, especialmente si está muy cerca del borde desde donde se saltará, las cuerdas no seguirán una trayectoria recta, por lo que es probable que, aunque estén tensas antes del salto, se aflojen ligeramente durante los primeros dos o tres metros, cayendo en "caída libre" antes de que las cuerdas vuelvan a sujetarte y comience el péndulo. Para evitar el posible jalón resultante, los técnicos suelen recomendar saltar largo hacia adelante, para que esos primeros metros que serían en caída libre se frenen antes, llegando incluso a eliminarse y realizar el péndulo completo.
- El arnés para puenting debe ser integral, nunca un arnés de cintura tipo escalada. O en su defecto, complementar el arnés de cintura con uno de pecho. (Nosotros siempre realizamos los saltos con 2 arneses integrales). El arnés integral te sujetará de manera uniforme por la cintura y pecho, distribuyendo las posibles tensiones. Saltar sólo con arnés de cintura tiene un alto riesgo (sobre todo si quien salta es inexperto) de provocar lesiones de espalda.
- El salto de puenting debe hacerse viendo hacia el puente, de espaldas al vacío, brincando hacia atrás lo más posible y manteniendo la vertical. En los saltos de cabeza, con la sujeción en la cintura o pecho, los riesgos aumentan, ya que es una forma más complicada de saltar que requiere mayor valentía, lo que muchas veces resulta en lesiones o molestias (que te golpeen las cuerdas, lastimar tus genitales, etc.)
- Si se usan dos o más cuerdas (lo cual todos deberían hacer) sólo una estará tensa al máximo mientras que la(s) cuerda(s) de seguridad debe(n) tener entre uno y dos metros más de largo que la principal. Si tensamos todas al máximo, al caer la tensión ejercida por el conjunto será mayor que si sólo nos detuviera una. Se usan cuerdas dinámicas que tienen un porcentaje de estiramiento proporcional a la tensión (peso) a la que se someten, por lo que al duplicar cuerdas dividimos el peso y se estiran menos, resultando en mayor jalón.

Dejando de lado los puntos anteriores que toda empresa experta debe cumplir al pie de la letra, los saltos de puenting suelen ser muy suaves, casi sin jalones, por lo que prácticamente cualquiera puede hacerlo. Pero si tienes dudas, siempre consulta a un profesional que te brinde todas las garantías de seguridad que una aventura así requiere.
Y ahora que ya sabes que hacer puenting es completamente seguro, incluso con dolores de espalda, ¿qué te detiene para probarlo? Te lo ponemos tan fácil, que sólo dando clic aquí podrás ver todas las ofertas para hacer puenting que hay en España.
