La espeleología es uno de los deportes de aventura más espectaculares porque permite descubrir entornos realmente increíbles, no al alcance de todos. Si en lo más profundo de ti habita el espíritu de Indiana Jones, este es tu deporte, porque no hay nada más emocionante que adentrarse bajo tierra y encontrarse con paisajes verdaderamente únicos.

No olvide usar una buena antorcha



Geógrafos, geólogos, hidrólogos, zoólogos o antropólogos son algunos de los estudiosos interesados en aprender todo lo relacionado con las cavidades subterráneas, llenas de historia y misterios por resolver. Sin embargo, las cuevas tienen un encanto especial que atrae tanto a personas deseosas de disfrutar momentos de ocio como a científicos en toda regla.

El buceo, por otro lado, es uno de los deportes acuáticos más atractivos, que permite interactuar con la naturaleza submarina, tan distante de nuestra realidad cotidiana. Sumergirse en las aguas más profundas, ya sean mares, lagos o ríos, puede regalar sensaciones infinitas y difíciles de describir si no se experimentan directamente.

 Descubriendo las cueva sumergidas



Las inmersiones deportivas pueden realizarse de varias formas, como por ejemplo a través del apnea (buceo a pulmón) o con equipo de buceo (es decir, con todos los instrumentos necesarios para descender más profundo y resistir más tiempo bajo el agua).

Ahora que sabemos básicamente qué son la espeleología y el buceo, ¿qué pasa si unimos estas dos disciplinas? El resultado sería la espeleología submarina, que, sin duda, ¡se convertirá en una gran aventura!

Emprender un recorrido de espeleología y al mismo tiempo una inmersión de buceo es una de las mejores ideas para los amantes de la naturaleza, ya que descubrirán dos escenarios totalmente distintos que coexisten en armonía. El objetivo de esta práctica es la exploración de cavidades sumergidas y debe realizarse siempre por buceadores expertos o, al menos, en su compañía.

 Importanle para seguir el cable de la guía



La razón es más que evidente, porque en varias ocasiones y dependiendo de la profundidad puede resultar difícil (o no recomendable) practicarlo si no tienes mucha familiaridad con esta actividad. Representa un reto para los buceadores y una motivación sin precedentes, ya que este tipo de cuevas suelen estar poco exploradas, lo que favorece el encuentro con estalagmitas, estalactitas, flora y fauna que no se pueden encontrar en ningún otro lugar.

Si se practica por buceadores expertos o en su compañía, es un deporte totalmente seguro, según algunos incluso más seguro que el buceo tradicional clásico. De cualquier modo, es importante seguir estos consejos para evitar preocupaciones innecesarias:

  • Lo más importante es contar con el equipo adecuado para este tipo de inmersión y, sobre todo, con una buena iluminación. Las cavidades estarán muy oscuras y cuanto más desciendas, mayor será la oscuridad, lo que impedirá la visibilidad. Una buena linterna te permitirá ver sin problemas.
  • Es imprescindible el uso de un cable guía, que te permitirá encontrar la salida en caso de que pierdas la orientación o la visibilidad sea nula debido al levantamiento de arena o lodo. En este caso, una brújula no sería suficiente.
  • Ten en cuenta que si necesitas ascender a la superficie, primero debes nadar en sentido horizontal, por lo que es importante controlar bien el tiempo y tener aire suficiente en la botella para realizar el recorrido. La salida podría estar lejos y debes estar preparado para cualquier tipo de situación.
  • Por último, te recomendamos recordar siempre que entrar en una cueva regalará a tus ojos auténticas maravillas naturales. Disfruta esta experiencia respetando todas las normas de seguridad y no tendrás problemas.
El mundo de las cuevas submarinas es enigmático y fascinante, ¡una aventura que no te puedes perder!