
Una vez más, el territorio español se convierte en el escenario perfecto para hablar de lo que sin duda es uno de los vehículos todoterreno que más gusta a los aventureros más exigentes de las cuatro ruedas: los buggies.
Estos pequeños y versátiles carros son capaces de llevarnos a los rincones más agrestes de la naturaleza más impresionante pero, por desgracia, no todos tienen un buggy para dar rienda suelta a su pasión. Por suerte para ti, en España existen decenas de rutas en buggy organizadas por empresas que te llevan a conocer los lugares más sorprendentes de la provincia que elijas. Solo tienes que entrar aquí para ver todas las opciones que hay para manejar buggies por toda la Península.
Aunque si eres de los afortunados que ya ha participado en diferentes paseos en buggy y estás convencido que uno de estos "mini" todoterrenos debe ser tuyo, una buena manera de conseguirlo es comprándolos de segunda mano. Existe un amplio mercado de personas y empresas que venden sus buggies, no porque estén en mal estado, sino porque quieren cambiar de modelo, adquirir uno de mayor cilindraje o simplemente porque no le dan a su buggy el uso que esperaban al principio.
Sea como sea, el mercado de buggies de segunda mano es una excelente opción para comprar tu propio buggy, con las características que más se adapten a ti y, lo más importante, dentro de un amplio rango de precios muy competitivos. Sobre todo es muy buena alternativa si es el primer buggy que vas a tener ya que son vehículos en muy buenas condiciones, con todas las revisiones necesarias hechas (asegúrate de que siempre te entreguen los documentos al corriente) y los puedes ir adaptando a tu gusto según lo que tus hobbies vayan requiriendo.
Por supuesto, una vez que tengas tu buggy y con todos los permisos en regla para poder manejarlo donde quieras, puedes conocer gente con los mismos intereses, organizar travesías con los buggies y llevártelos a cualquier punto del mundo que quieras conocer sobre ruedas.
Eso sí, no olvides que para poder manejarlo deberás ser mayor de edad y tener la licencia de conducir vigente. No hay más limitaciones, solo las que tú quieras poner.
