Su historia

Éste es un pecio relativamente joven, se hundió en aguas del Mar Rojo egipcio el 19 de abril de 1983 y no tiene una historia apasionante que contar, pero eso no le quita ni un ápice de su atractivo bajo las aguas.

El Giannis D, antes conocido como Markos, era un carguero de 99 metros de eslora y 3.500 toneladas. De bandera griega, pertenecía a la compañía Danae y, en su último viaje, tenía que hacer la ruta que une el puerto croata de Rijeka (Yugoslavia), con el de Jeddah en Arabia Saudí para, más tarde, seguir viaje hasta Yemen, cargado con madera.


Giannis D


El barco cruzó sin incidentes el Adriático y siguió por el Mediterráneo hasta llegar a aguas egipcias, donde se preparó para cruzar el Canal de Suez. Si normalmente los trámites para cruzarlo son farragosos, en aquella época, debido a un recrudecimiento del conflicto árabe-israelí, lo eran aún más. Las autoridades tenían que asegurarse de que las bodegas de los cargueros no eran un arsenal de armas pasadas de contrabando. Estas condiciones hicieron que se retrasase el viaje del Giannis D algo más de lo previsto alargando, con ello, la vida del barco.

El final

Cuando por fin lograron pasar, el capitán extremó las precauciones. En esta zona del Golfo de Suez abundan los arrecifes de coral, escondidos bajo la superficie pero preparados para rasgar los cascos de los buques. Gracias a la experiencia del alto mando del barco, navegaron sin problemas. Cuando ya pensaban que había pasado lo peor tanto el capitán como la tripulación se relajaron (se cuenta que el capitán se quedó dormido tras beber demasiado), olvidando que les quedaba una parte no menos peligrosa, el arrecife de Sha´b Abu Nuhas, una altiplanicie coralina situada a dos millas al norte de la isla de Shadwan a la salida del estrecho de Gobal, que se ha llevado por delante a varios barcos despistados, concretamente siete.


Bucear en pecios


Con los motores a toda máquina nada pudieron hacer, cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde, habían encallado con el extremo noroeste del arrecife, el barco se hundía y tenían que abandonar la nave, era el 19 de abril de 1.983. Toda la tripulación fue rescatada por un remolcador egipcio que les llevó hasta la plataforma petrolífera de Santa Fe. El carguero se hundió y yace hoy bajo las aguas a 28 metros de la superficie.

La inmersión en el pecio

La inmersión en el Giannis D no es complicada. Y si además añadimos que es uno de los mejores pecios del mundo para los aficionados a la fotografía submarina, con unas posibilidades inigualables de luminosidad, estaremos ante un encuentro inolvidable.

El pecio se encuentra dividido en tres partes y paralelo al arrecife. Sus estructuras superiores se encuentran entre los cuatro y los quince metros bajo la superficie, la cubierta está entre quince y veinte metros y el fondo de arena se sitúa en los 28 metros de profundidad.

Su situación exacta es latitud 27º 38´10” N longitud 34º 07´30” E (GPS). Actualmente no existe ningún tipo de restricción para bucear en este pecio.

La proa se encuentra en la zona más cercana al arrecife, a unos 18 metros, desde ella podremos contemplar el ancla apoyado sobre el coral. El pecio está inclinado, con la hélice reposando sobre el fondo cerca de los 30 metros de profundidad. Su estado general es bastante bueno. La zona más dañada es la central, que correspondía a las bodegas del buque, actualmente convertidas en un amasijo de hierros. Sin embargo, es en esta zona donde se concentra la mayor cantidad de fauna, como algunos meros y los omnipresentes peces león. Sus estructuras han sido colonizadas por corales madrepóricos y blandos.



Diversos recorridos para descubrir el pecio



La parte más interesante para visitar es la popa, con el gran puente de mando y la enorme chimenea. Es posible acceder fácilmente al interior de toda esta zona y a la sala de máquinas. Los elementos de navegación han sido expoliados, en su mayor parte, del puente de mando, que es completamente diáfano.

En el interior del pecio, y debido a que toda la parte de popa se encuentra escorada más de 45 º sobre el costado de babor, es muy fácil desorientarse y la única manera de saber si se asciende o desciende es observando los instrumentos y las burbujas. Repleto de escaleras y pasillos, merece la pena adentrarse en él provisto de un foco y, siempre, sin perder de vista la salida.



Interesante, ¿verdad?



Varios recorridos posibles

Si sólo vamos a explorar el Giannis D conviene empezar por la parte más profunda y más interesante, la situada en la popa donde, con total seguridad, nos entretendremos un buen rato. Normalmente, los cruceros fondean sobre la superestructura del puente situada a unos cinco metros bajo el agua. Podremos verla perfectamente bajo la proa de nuestro crucero. Descenderemos por el cabo hasta ella y, desde aquí, al puente de mando. En esta zona podremos acceder a su interior visitando la sala de máquinas, su chimenea, la cubierta de popa y la hélice. La luminosidad de las aguas crea bellísimos contraluces entre las estructuras superiores del barco.

Desde aquí, por el costado de estribor, avanzaremos hacia la zona de las bodegas, sin dejar de echar un vistazo al azul, donde es habitual el paso de especies pelágicas. Continuaremos hacia la proa, para visitar el enorme ancla y, desde allí, podemos ascender por el arrecife o regresar sobrevolando el pecio hacia el cabo de fondeo. En este punto es mucho más sencillo poder efectuar alguna parada en caso necesario.



Tesoros hundidos



Otros pecios interesantes en Abu Nuhas

Hasta siete son los pecios cuyos restos reposan definitivamente en este difícil paso de navegación que cierra el estrecho de Gobal. Los más interesantes de visitar, además del Giannis D, son el Carnatic (un carguero inglés propulsado a vela y vapor hundido en 1869 cargado con miles de botellas de vino y soda) y el Chrisoula K (hundido en el otro extremo del arrecife y en peor estado de conservación para ser visitado).

Pero estos pecios son otra historia...