¿Conoces la sensación de volar a ras del mar? ¿Te gustaría conocerla? Uno de los deportes acuáticos que puede hacer que lo experimentes es el kitesurf, ¿por qué? Por la sencilla razón de que es el viento quien te lleva y si te dejas llevar... ¡podrás volar!

Vamos a suponer que has hecho un curso de kitesurf hace poco, ¿el verano pasado, quizás? Y este año tienes intención de volver a practicarlo y, ¿por qué no? De mejorarlo. Seguro que si ya lo has probado, la tentación por volver a subirte a una tabla de kite será irresistible.

Maniobras de kitesurf

Aprender kitesurf puede que te lleve algo de tiempo. No mucho, pues el manejo de los materiales es rápido pero hay que tener en cuenta las condiciones del viento y la marea y poder aprender a conocerlos e interpretarlos. Pero, ¿qué ocurre cuando ya lo "controlas"? Hay que empezar a experimentar, ¿no crees? Experimentemos.

Volando el kite desde el agua

Cómo saltar en kitesurf

Hay una serie de pasos que tienes que tener en cuenta (recuerda que el salto no es lo más complicado, sino que lo importante es saber aterrizar):
 

1. ​Despega


¿Cómo? Tan "sencillo" como tirar de la barra con el kite en alto y clavar la tabla en el agua. Si lo haces con la suficiente fuerza el kite terminará por ceder y levantarte, impulsándote hacia arriba. Para completarlo, solo tienes que impulsarte con las piernas.

Despega

2. Vuela


Utiliza tu propio cuerpo para equilibrar tu peso con el del kite. Lo imprescindible es elevar la tabla hacia delante ayudándote de las piernas y maniobrar el kite con la tabla. Justo antes de descender, tienes que llevar el kite hacia delante para poder traccionar. 

Volando con el kite


3. Aterriza


Lo más importante es que no te claves en el agua, sino que tienes que dejarte caer, ¿cómo? Siempre con la ayuda del kite. Si lo manejas bien, podrás caer con la popa levantada y el resultado será inmejorable.

Aprende un deporte inigualable

No olvides seguir los consejos habituales, entre los que destacamos no perder de vista la cometa (si la sigues a cada momento comprenderás mucho mejor su funcionamiento), procurar saltar cuando te sientas preparado, no navegues en aguas poco profundas para evitar posibles lesiones y, por si te sientes más seguro, puedes comenzar fijándote los pies a la tabla.

Una vez tengas trabajados los saltos, solo te queda empezar con los giros y demás maniobras. ¡No pierdas el tiempo, pues tienes mucho que aprender!